Irma Santander / CDP NOTICIAS
Con heridas en el cuerpo, signos de deshidratación, desnutrición y problemas psicológicos, es como llegan los migrantes al albergue Casa Catalina, ubicada en el centro de Coatzacoalcos.
Mari Cruz González Castillo, encargada de trabajo social de la estancia temporal, detalló que hasta cinco migrantes al mes reciben, en su mayoría familias completas.A algunos se les ayuda con el trámite de refugiados en el país.
Actualmente hay ocho pacientes, entre adultos mayores y migrantes. También reciben en situación de calle o abandono, o por maltrato.
Las personas que llegan son referidas por el DIF Municipal, Médicos sin Fronteras, hospital IMSS-Bienestar, Movimiento de Asistencia a la Mujer Veracruzana, entre otras.
“Casa Catalina es una estancia temporal de corto, mediano o largo plazo, cuando se recuperan los pacientes salen del albergue”, sostuvo.
Se les brinda el cuidado, atención médica, artículos de higiene personal, ropa, calzado y alimentación.
No reciben apoyo del gobierno, son una asociación civil de las Siervas Pobres de Jesucristo.
“Como trabajador social hago la gestión para conseguir los insumos con las instituciones académicas, asociaciones, y con la misma sociedad civil”, indicó.
Declaró que el DIF municipal, cuando trae un paciente que requiere la atención de un albergue, apoyan con su alimentación y en cubrir los gastos de insumos.
MIGRANTES CON PROBLEMAS PSICOLÓGICOS
Luis David Alonso Hernández, enfermero en Casa Catalina, precisó que el albergue fue hecho en un inicio para las personas con VIH, sin embargo, se han ido acoplando a las necesidades y una de ellas es el paso de indocumentados por la región sur.
“Cada semana ingresan migrantes a Casa Catalina, a veces llegan en caravana y a todos los atendemos para que se recuperen, se quedan días, meses o un tiempo mayor, dependiendo la situación en que se encuentren de salud y de trámites en territorio mexicano”, manifestó.
Médicos Sin Fronteras les ofrece apoyo emocional y psicológico.
Los viajeros son de Honduras, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Guatemala, y Colombia, algunos son familias con pequeños.
“Por lo general no recibimos a pacientes graves, eso se van directamente al hospital comunitario, recibimos a pacientes estables con un tratamiento, trabajamos con ellos la parte emocional y psicológica, buscamos dignificarlos”, abundó.
QUE REQUIEREN
Mari Cruz González Castillo, encargada de trabajo social, indicó que requieren camas de tipo hospitalario, material de curación, sillas de ducha, jabón quirúrgico, termómetro, baumanómetros, medicamentos, sueros, y productos de la despensa básica.
Son nueve personas trabajando en Casa Catalina, de los cuales, son trabajadoras sociales, cuatro enfermeros, cocinera, intendencia, lavandería, y dos vigilantes.
La estancia cuenta con área estéril y de aislado.
Los pacientes, principalmente los adultos mayores llegan con problemas de hipertensión arterial, diabetes, hemiplejía, otros perdieron la vista y el habla.