Irma Santander / CDP NOTICIAS
Quienes viven una discapacidad muchas veces se enfrentan a la discriminación laboral, a pesar de hacer su mejor esfuerzo por realizar sus actividades.
Roque Muñoz Riveroll, ha sufrido en carne propia la discriminación y la falta de empatía en el ámbito laboral.
Hace 14 años fue atropellado, a consecuencia de este accidente automovilístico, le amputaron una pierna y hace dos años empezó a utilizar una prótesis.
Recordó que quien lo atropelló conducía en estado de ebriedad , de ahí la importancia de no manejar bajo los influjos del alcohol.
“Ya llevo 14 años con la discapacidad fue en el 2010 que me amputaron la pierna, anteriormente estuve 12 años con muletas, es mi tercera prótesis, fue por un accidente automovilístico por eso la importancia de que las personas que andan tomadas no manejen, iba caminando en una esquina en Minatitlán cuando una persona me atropelló”, indicó.
Señaló que se necesita que la población haga la conciencia y no discrimine a otra por el hecho de enfrentar una discapacidad.
“En el ámbito laboral nos desplazan mucho, nos relegan, cuando anduve con muletas me dieron ciertos tipos de trabajos y con la prótesis conseguí mejores trabajos porque no se daban cuenta de mi discapacidad, ya hay más conciencia pero falta mucho por hacer”, puntualizó.
El tener una discapacidad no limita por el contrario, apuntó, los fortalece para demostrar que tienen la misma capacidad y disposición para hacer las cosas.
Además de pedir respeto a los espacios que tienen designados, pues muchas veces se les dificulta poder llegar a un lado.