Agencias
El Vaticano ha comunicado a última hora de la tarde que el papa Francisco murió a causa de un ictus y una posterior “insuficiencia cardíaca irreversible”.
El Vaticano reveló que el papa Francisco murió de un derrame cerebral que le provocó entrar en coma y un fallo cardíaco irreversible.
Así lo ha certificado el profesor Andrea Arcangeli, director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, en el informe de defunción publicado esta tarde por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El documento médico indica que el Papa tenía antecedentes de insuficiencia respiratoria aguda en neumonía bilateral multimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión y diabetes de tipo II.
La muerte se comprobó mediante un registro electrocardiográma tanatológico. “Declaro -escribe Arcangeli- que las causas de la muerte, según mi conocimiento y conciencia, son las arriba indicadas”.
El papa Francisco dejó indicado en su testamento que fuera enterrado en tumba sencilla en Basílica de Santa María la Mayor.
Además, la Santa Sede ha hecho público el testamento, en el que el Pontífice había pedido ser enterrado de una forma sencilla.
“El sepulcro debe estar en la tierra; sin decoración particular y con una única inscripción: Franciscus”, se puede leer en el documento oficial, que tiene fecha de junio de 2022.
El Papa ha fallecido a las 7.35 horas de este lunes a los 88 años de edad. El Vaticano ha informado de que su intención es trasladar el cuerpo el miércoles a San Pedro para el último saludo de los fieles.
Muchos de ellos se han acercado ya este lunes a la plaza vaticana mientras líderes internacionales y políticos de todo el espectro ideológico muestran su conmoción por la muerte del Pontífice, del que destacan su compromiso con los inmigrantes y los más vulnerables y su condena de las guerras que asolan el mundo o los riesgos del cambio climático.

