Por Vicky Rasgado
Hemos leído con profunda atención los planteamientos realizados por el presidente de la República, Licenciado, Andrés Manuel López Obrador, en su ensayo “La Nueva Política Económica en los Tiempos del Coronavirus”, en el cual, con la visión de hombre de Estado que caracteriza al primer mandatario, plantea con claridad cuál será la receta para que nuestro querido México enfrente con éxito las dificultades que la contingencia sanitaria global causada por el COVID-19 ha ocasionado al tejido social y actividades económicas en todos los países del mundo.
Coincidimos con sus ideas en torno al agotamiento del modelo neoliberal que desde hace más de cuatro décadas ha provocado “nuevos ciclos de concentración de la riqueza, nuevas espirales de corrupción, crecimiento de la desigualdad, ensanchamiento de los abismos sociales entre las regiones y entre lo urbano y lo rural y, a la postre, un agravamiento de los fenómenos de desigualdad, desintegración social, migración, marginación y miseria”, tal y como se ha sufrido en nuestro país desde la implantación del llamado Consenso de Washington.
Por eso aplaudo y apoyo desde nuestra trinchera, la definición de las medidas económicas que basadas en cinco principios: democracia, justicia, honestidad, austeridad y bienestar, han sido implantadas desde el principio de su gobierno y que serán reforzadas para superar lo más rápido posible los efectos perniciosos de esta pandemia.
También reiteramos nuestra adhesión a las once medidas para liberar fondos y no endeudar más al país, decretadas el pasado 23 de abril que contienen, entre otras acciones fundamentales: la reducción de los salarios de los altos funcionarios públicos; la cancelación de diez subsecretarías del gobierno federal; el reforzamiento de los programas prioritarios del gobierno tales como la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, y el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, que supondrán un gran impulso a la actividad económica y bienestar social de la región sur del país.
El presidente López Obrador tiene toda la razón cuando plantea que el mal del coronavirus vino también a recordarnos lo frágil y transitorio que resulta, al fin de cuentas, un modelo excluyente, sin dimensión democrática y social, y eso lo podemos ver en las dificultades que han tenido la mayoría de los sistemas de salud de todo el mundo, dejados de lado por considerarse inversiones no rentables, para enfrentar con éxito los terribles males que ha supuesto esta pandemia.
Por eso consideramos al bienestar como el ingrediente clave que orientará las acciones del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador. El fracaso del neoliberalismo no justifica seguir con la misma política económica y continuar pensando que sólo el crecimiento es el parámetro básico de medición del desarrollo nacional. Para expresarlo en sus palabras “Por eso decimos sí al crecimiento, pero con democracia y bienestar; sí al progreso, pero con justicia porque progreso sin justicia es retroceso.”
Todo esto se hará, tal y como se expresa en su claridoso ensayo, rescatando cuatro lecciones fundamentales, preservando la libertad y el derecho al disenso, redefiniendo a nuestras familias como la principal institución de seguridad social en nuestro México, revalorando la importancia que tiene la educación para la salud y profundizando en la transformación ya iniciada por el Ejecutivo Federal, hacia el mejoramiento de las condiciones de vida de los mexicanos para alcanzar una sociedad mejor.
El ensayo que se publicó demuestra que en México contamos con un liderazgo fuerte y con un rumbo claro y definido. Por eso, desde Moloacán, seguimos apoyando como desde el principio las acciones emprendidas por el presidente López Obrador, con la certeza de que con ellas se vislumbra un futuro mejor para nuestra comunidad y para México entero.