IRMA SANTANDER | CDP NOTICIAS
Los panteones de Coatzacoalcos lucieron abarrotados este domingo, día de los Fieles Difuntos; desde temprano se distinguían los lienzos de flores coloridas, música, olor a incienso, comida y profundos recuerdos familiares.
En un ambiente que equilibró la nostalgia con la alegría, miles de familias se congregaron para honrar la tradición mexicana, manteniendo vivas las memorias de sus seres queridos.
Llegaron con sus bocinas, cubetas, palas, tamales, arroz con leche, aguas de sabores, café, el platillo preferido de su familiar, y sus ramos de flores que no podían faltar, por horas estuvieron en las sepulturas rememorando los momentos vividos, escuchando música, rezaron, brotaban las lágrimas y las risas.
Se montó un operativo de seguridad que incluyó la vigilancia de la Policía Municipal y el Ejército Mexicano, garantizando la tranquilidad de los asistentes en los distintos camposantos.

Además, se instalaron dos puestos de atención médica de la Cruz Roja Mexicana, uno en el panteón Antiguo, y en el Jardín. El coordinador operativo de la benemérita institución, Alexander Bravo dijo que hubo gran afluencia y se reportó saldo blanco.
HISTORIAS FAMILIARES: BAILE Y OFRENDAS
El recorrido por las tumbas reveló historias conmovedoras, donde la muerte es vista como un motivo de celebración y unión.

Una de las familias que llegaron al panteón Antiguo Municipal destacó la herencia cultural transmitida por padres, Roberto Taylor Ortiz y Amparo Matus Urbano.
“Mis papás bailaban, así seguimos el legado, todos bailamos, toda la familia, la música es lo que nos mantiene. La muerte es alegría. Hay que festejar”, compartió una de las hijas del matrimonio Taylor Matus, mientras bailaba al ritmo de la canción, la boa de la Sonora Santanera.
Los deudos se reunieron para celebrar la vida de sus padres, llevando consigo las tradiciones que los unían, “compramos tamales y arroz con leche”, expresaron.
SON JAROCHO ANIMA LA TRADICIÓN
El 2 de noviembre también tuvo un componente cultural gracias a agrupaciones musicales que buscaron alegrar la festividad.
En la entrada del camposanto Antiguo, un grupo de jaraneros deleitaban con la música a los visitantes.
Reinalda Morales Magaña, integrante del taller Son Jarocho de Coatzacoalcos, destacó la importancia de la participación artística en estas fechas.
“Venimos muy contentos para participar y ser parte de la cuestión cultural del Día de Muertos. La tradición hay que mantenerla. Es necesario que sigamos teniendo esa pertenencia, ese saber de dónde somos y a dónde vamos a llegar”, afirmó, quien señaló que es la primera vez que su grupo se presenta en el lugar.
Hizo un llamado a la comunidad a preservar sus costumbres, “invitamos a todos a que mantengan sus tradiciones con todo respeto y vivamos viva el son jarocho en el día de difuntos“.

